~Hace 6 meses la Alcaldía de Tibú y Fonade firmaron un convenio por 646 millones de pesos para hacer un enrocado con piedra caliza para proteger y sostener la banca de la vía que conduce al sector Villa del Carmen, en la zona de La Llana.~ Hace 6 meses la Alcaldía de Tibú y Fonade firmaron un convenio por 646 millones de pesos para hacer un enrocado con piedra caliza para proteger y sostener la banca de la vía que conduce al sector Villa del Carmen, en la zona de La Llana.

A la fecha, más de 100 metros de la banca y varios predios cercanos siguen en alto riesgo de ser arrastrados por el río Sardinata porque no le han hecho absolutamente nada para su protección.

Habitantes de la zona informaron que la firma contratista RLM ha ido al sitio en repetidas ocasiones a hacer los estudios, diseños y el plan de trabajo para ejecutar la obra, pero el consorcio MSD, que es la firma interventora contratada por Fonade,  ha puesto ‘peros’ y trabas para el desarrollo de los trabajos.

“Esas trabas las están haciendo desde el escritorio porque ellos (los interventores), nunca han venido por aquí a ver dónde y qué es lo que se va a hacer. Están dando unos conceptos a ojo cerrado”, aseveraron voceros de la comunidad.

Por estos días en los que en la zona se han desatado torrenciales precipitaciones, la preocupación se hace latente porque temen que el río termine de llevarse la vía, única que da acceso a las comunidades de Villa del Carmen, Berlín, Ecuador, Santa Ana, El Bojoso, El Porvenir y San Martin de Loba, entre otras. Unas de la jurisdicción de Tibú y otras de Sardinata.

Por allí las comunidades sacan ganado, plátano, yuca, maíz, corozo y otros productos agrícolas que se dan en la región.

El problema lo tienen desde hace más de 5 años. En este lapso el río se ha corrido de su cauce unos mil metros hacía la margen derecha, desapareciendo la carretera y predios entre el caserío de La Finaria y Villa del Carmen, tramo que bautizaron  “paso malo”, por el inminente peligro que presenta.

El bus y demás vehículos que transitan por el lugar se tienen que recostar contra una cerca para no hacerle fuerza a la parte débil del terreno para evitar un deslizamiento de la banca y lo peor: una tragedia.   

Ante la necesidad de mantener la comunicación vial, en 6 oportunidades les ha tocado  abrir trocha que convierten en carretera a punta de machete, guadañadoras, pico y pala y con tractores y pajaritas que contratan con recursos propios para tener por donde entrar y salir del área.

Aprovechando el verano hicieron unos gaviones artesanales con bultos de arena que arrumaron uno sobre otro con varios troncos y horcones para sostener la banca y le sembraron árboles.

“Cuando el invierno se meta, ese remiendo no aguanta. Eso es un pañito de agua tibia que con esfuerzo, sacrificio y por necesidad todas las comunidades que nos beneficiamos de esta carretera hicimos, por eso es el llamado a Fonade y a la alcaldía para que se pellizquen y hagan la obra lo más pronto posible”, expresaron.