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Los contratos de la Alcaldía
Hacía muchos años la ciudad no se veía tan caótica y desorganizada como ahora. ed
Domingo, 10 de Julio de 2022

El Concejo de Cúcuta ha citado en dos oportunidades al director del Área Metropolitana Miguel Peñaranda para que le explique a la ciudad las razones de la baja ejecución de la obras públicas, de una respuesta del porqué si desde el año pasado el área maneja la no despreciable suma de 70 mil millones en doce convenios, las obras no avanzan, están enredadas, con una planeación “chambona”, de afán, tal como sucede con los convenios del parque lineal de Sevilla y Kennedy en los que al primero se le han hecho 44 nuevos ítems o modificaciones y al segundo 50. El diseño inicial tan solo se cumple en un 7%. El director del área también debería explicar otra perla, y es en el contrato de los reductores de velocidad en el que inicialmente se había tasado el metro 39 mil pesos el metro, de un momento a otro, como si la modificación se hubiere hecho en estado de alicoramiento, o por lo menos al otro día después de una fuerte resaca, pasó a 499 mil pesos. Que maravilla.

El arquitecto Miguel Peñaranda a pesar de las dos citaciones, no se hace presente en la corporación para dar las respuestas correspondientes, elude su responsabilidad como director, él y el alcalde – quien hace rato debió por responsabilidad con la ciudad pedirle la renuncia - se burlan de Cúcuta y por ello algunos concejales le piden que deje el cargo, pero el alcalde sigue tratando de mostrar a Peñaranda como la maravilla con el que tiene el diseño de la “Cúcuta 2050”, mientras el desorden de la ciudad no aguanta. Y otro despropósito más, las obras que se iban a adelantar en las zonas de Escalabrini y Banco de Arena, igualmente están en punto cero porque a pesar de la licitación adelantada, después se vinieron a dar cuenta que los terrenos no son del municipio. Ni siquiera se habían dado cuenta de ese pequeño detalle. Que descalabro con la contratación en la ciudad, que tiene al Área Metropolitana con 70 mil millones, sin saber que hacer, feriando el presupuesto de Cúcuta y por ello la Contraloría adelanta una investigación en la que puede encontrar hallazgos fiscales cercanos a los 3 mil millones.

Hacía muchos años la ciudad no se veía tan caótica y desorganizada como ahora. Mejor me lo decía un periodista venezolano en San Cristóbal el pasado lunes en el encuentro que hubo para la apertura de la frontera: “Es que lo más complicado de la apertura de la frontera doctor, es que el gobernador del Táchira está muy comprometido con Caracas y su alcalde anda por las nubes”. Hasta razón tiene, y por ello cabe una anotación sobre la reunión que se hizo por estos días en la Bagatela entre los alcaldes de la región para la apertura de la frontera, en una anotación que podría señalarse como de sindéresis con la realidad: en ese encuentro se habló del tren del Catatumbo. No señor alcalde, con la apertura de la frontera no se está hablando del tren del Catatumbo, el tren va por otro lado, es conectar a Cúcuta con el lago de Maracaibo que es el puerto terrestre más cercano que tenemos. De eso se habló mucho en el encuentro de San Cristóbal.

El arquitecto Miguel Peñaranda en dos ocasiones no se ha presentado al Concejo de Cúcuta a dar explicaciones porque es evidente que la contratación es tan desordenada que no sabe que decir. Considero oportuno, hago una propuesta pública, y hablaré personalmente con algunos concejales para que se presente una iniciativa y se “congelen” esos 70 mil millones de pesos que se le trasladaron al área metropolitana    y eso que el espacio de esta columna es corto, porque podría citar más -, que no se comprometan más dinero, cuidemos nuestro dinero, porque esa “Cúcuta 2050” no está saliendo muy costosa. La ciudad merece respeto.

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