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La producción constante de caña de azúcar y palma de aceite ofrece a Norte de Santander la posibilidad de convertirse en un actor importante en el creciente mercado de los biocombustibles, que busca disminuir la dependencia del petróleo, proteger el medio ambiente y generar empleo rural.
El presidente de la Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia (FedeBiocombustibles), Jorge Bendeck Olivella, asegura que el distrito de riego del río Zulia y la zona del Catatumbo, especialmente el municipio de Tibú, representan una gran oportunidad para el desarrollo de la agroindustria del departamento.
Según explicó el dirigente gremial, la caña de azúcar usada para lograr el etanol y la extracción del jugo de la palma de aceite para el biodiésel, son los insumos principales en el proceso de consecución de estos productos.
“Es importante la construcción de una planta para la extracción de aceite de palma, solo así Norte de Santander podría explotar todo el potencial que tiene en este sector”, dijo Bendeck.
En el país, los biocombustibles han generado cerca de 392.000 empleos directos e indirectos, el 85% de ellos en el campo. El biodiésel, que tiene por materia prima el aceite de palma, genera aproximadamente 75.000 empleos de los cuales 25.000 son directos y 50.000 indirectos.
Por su parte, la industria azucarera, que produce etanol en cinco ingenios, dedica 132.000 hectáreas para producir 1,3 millones de toneladas de azúcar, de las cuales 300.000 toneladas se destinan a la producción de alcohol carburante.
Actualmente, FedeBiocombustibles ejecuta una campaña pedagógica, avalada por Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, con el fin de dar a conocer qué son los biocombustibles y por qué es un derecho estratégico de los colombianos.
“Siendo este un sector que va en crecimiento y le aporta a la economía del país, a la paz, al medio ambiente y a la diversificación de la canasta energética, es necesario que todos los colombianos reconozcan que los biocombustibles es uno de sus derechos.”, afirmó Bendeck.
El presidente de la Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia (FedeBiocombustibles), Jorge Bendeck Olivella, asegura que el distrito de riego del río Zulia y la zona del Catatumbo, especialmente el municipio de Tibú, representan una gran oportunidad para el desarrollo de la agroindustria del departamento.
Según explicó el dirigente gremial, la caña de azúcar usada para lograr el etanol y la extracción del jugo de la palma de aceite para el biodiésel, son los insumos principales en el proceso de consecución de estos productos.
“Es importante la construcción de una planta para la extracción de aceite de palma, solo así Norte de Santander podría explotar todo el potencial que tiene en este sector”, dijo Bendeck.
En el país, los biocombustibles han generado cerca de 392.000 empleos directos e indirectos, el 85% de ellos en el campo. El biodiésel, que tiene por materia prima el aceite de palma, genera aproximadamente 75.000 empleos de los cuales 25.000 son directos y 50.000 indirectos.
Por su parte, la industria azucarera, que produce etanol en cinco ingenios, dedica 132.000 hectáreas para producir 1,3 millones de toneladas de azúcar, de las cuales 300.000 toneladas se destinan a la producción de alcohol carburante.
Actualmente, FedeBiocombustibles ejecuta una campaña pedagógica, avalada por Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, con el fin de dar a conocer qué son los biocombustibles y por qué es un derecho estratégico de los colombianos.
“Siendo este un sector que va en crecimiento y le aporta a la economía del país, a la paz, al medio ambiente y a la diversificación de la canasta energética, es necesario que todos los colombianos reconozcan que los biocombustibles es uno de sus derechos.”, afirmó Bendeck.
La Planta de Tibú
En el municipio de Tibú se está desarrollando el proyecto Palma de Catatumbo, que tiene como eje central la construcción de una planta extractora de aceite.
La planta, según la gerente regional del grupo empresarial Oleoflores (mayor inversor del proyecto), Marcela Quintero, se empezó a construir en enero y se espera hacer las primeras pruebas en noviembre del mismo año.
La obra, según la empresaria, tiene un costo aproximado de $35.000 millones y tendrá una capacidad de producción de 46 toneladas de aceite por hora.
Actualmente, y de acuerdo a las cifras entregadas por Quintero, la planta tiene a disposición 17.000 hectáreas de caña de azúcar, propiedad de los pequeños y grandes productores asociados a este proyecto.