Acaba de haber una cita de gobernadores en Rionegro (Antioquia). Y, eso, por qué allá. La razón: se cumplieron 160 años desde que el 8 de mayo de 1863 se expidiera la Constitución de Rionegro, derogada por la de 1886, con el propósito de reclamar el regreso de Colombia a un sistema federal y el fortalecimiento de la autonomía regional.
Allá estuvo el gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano Guerrero, quien por lo que se le escuchó decir luego de posesionar a 730 profesores para el Catatumbo, parece muy atraído por la idea de una especie de Colombia federal integrada por estados componentes de la nación.
La alternativa planteada por los actuales gobernantes regionales -quienes ya tienen el sol a la espalda- sobre la necesidad de repensar el modelo de organización territorial para Colombia sin duda dará mucho de qué hablar, puesto que lo urgente para la región es ahondar en la queja de Serrano Guerrero.
Aunque Norte de Santander es una entidad territorial certificada, que se supone debería tener autonomía para asignar los maestros que hagan falta, no lo puede hacer. “No tenemos la plena autonomía para crear plantas docentes. Si el Ministerio de Educación no da la viabilidad no lo podemos hacer”.
Esto sí merece realmente la atención debida por parte del Gobierno Nacional para que todo concuerde con sus planteamientos de cerrar las brechas, la desigualdad social y garantizar el derecho a la educación de los niños y jóvenes que queda expuesto a ser violentado por el déficit de maestros.
Lo novedoso de este viejo asunto sin resolver, es que sus alarmas sonaron para imprimirle un sinsabor al eso sí muy importante hecho de haberles garantizado 730 plazas de educadores a municipios del Catatumbo que muy pocas veces son beneficiarios de buenas nuevas y que impedirán la deserción de las aulas de los alumnos de primaria porque ya quedaron garantizados los profesores nombrados en propiedad.
Hay que resaltar este hecho que fue producto del concurso docente para municipios de esa región del departamento quedando de la siguiente forma: Convención (43), Teorama (79), Tibú (195), El Carmen (52), El Tarra (118), Hacarí (74), San Calixto (58) y Sardinata (111).
Por lo menos en esta oportunidad se trató de saldar un déficit social con los niños y niñas de esas localidades que se desenvuelven en medio de tantos padecimientos y para quienes la escuela y el colegio son el lugar más adecuado para escapar de las acechanzas del reclutamiento forzado y otras amenazas ligadas al conflicto armado.
Y para que haya más escenas como la del teatro Zulima con el juramento masivo de profesores -para la educación de calidad- es indispensable abrir el diálogo con el Ministerio de Educación para insistir en que el departamento está necesitando más de 200 educadores, y que le hagan valer la autonomía de la que Serrano se queja no ha sido real.
Incluso, hay que plantearle a ese despacho que cuando se abran convocatorias en regiones tan sensibles como esta, se les dé prelación a los maestros de la zona, puesto que aquí 355 no pasaron las pruebas. Para enfrentar este nuevo problema, el gobernador aseguró que la administración departamental les garantizó la continuidad laboral.
Además, con el Ministerio de Hacienda, que es el de la plata, también hay que consultarlo para que los anuncios de mayores recursos para el sector educativo efectivamente se hagan ver y el título de entidad territorial certificada, que ostenta el departamento, vaya acompañada de un músculo financiero fuerte que le permita atender las crecientes necesidades de profesores de planta que demanda la población.