En estos tiempos de discurso antiminero, las mismas condiciones de la naturaleza y la importancia del carbón en la generación de electricidad conducen a un equilibrio para que se dejen de lado ciertas notificaciones apocalípticas.

Inclusive, desde el mismo Gobierno Nacional se ha venido planteando que las termoeléctricas trabajen al máximo de su capacidad, puesto que las hidroeléctricas en este mes que termina hoy solamente habían alcanzado el 42% del promedio histórico.

Según XM, operadora del sistema interconectado y administradora del mercado de energía, al día 26 del cuarto mes del año los embalses estaban en el 30,76% de su capacidad, registrando un incremento del 0,28% en el volumen útil para la generación de energía eléctrica.

En medio de ese panorama que tiene al país con una amenaza latente de un apagón o del racionamiento eléctrico y con grandes ciudades como Bogotá sometidas a cortes de agua para disminuir consumos y ahorrar el líquido lo más que se pueda, el carbón aparece como la tabla de salvación para no llegar a situaciones extremas.

En un informe de La Opinión titulado “El carbón ‘salva’ al país del racionamiento de energía”, el presidente de la Federación Nacional de Productores de Carbón (Fenalcarbón), Carlos Cante, entregó datos muy interesantes sobre como ese renglón minero es un jugador importante para que no se repitan situaciones como las de los años noventa, con severos cortes de electricidad en el país.

En ese aspecto el vocero recordó que cerca de 1.700 megavatios de capacidad instalada de carbón, entre los que se encuentran los que se producen en las plantas de Termotasajero. Y su poder se ha visto también al dar su apoyo para enfrentar lo que se denomina como el fenómeno de ‘estrés hídrico’, en donde el nivel de los embalses bajó hace algunos días a su punto más crítico, equivalente al 28%.

Recordó el vocero que “prácticamente el 55% de la generación eléctrica en el país está siendo garantizado por las térmicas; de eso entre 38 y 40 gigavatios (GW) hora/ día lo proveen las térmicas a carbón”.

Es bueno saber Colombia tiene una diversidad de fuentes para la obtención de la electricidad que requiere para atender los requerimientos de los usuarios residenciales, industriales y comerciales, cuyo consumo diario asciende a 230 gigavatios.

Para sustentar lo anterior es importante tener presente una aseveración del presidente de Fenalcarbón: “Si no se tuviera el respaldo de la generación térmica a carbón, se tendría un racionamiento de aproximadamente cuatro horas al día, desde septiembre”.

Y hay más datos que indican que no se le puede dar la espalda ni descartar el uso de este mineral, como lo expone en sus palabras el dirigente, quien señala que de seguir la crisis hídrica para producir energía, habrá un consumo máximo de cinco millones de toneladas de carbón al año, para que las centrales térmicas siga respaldando el sistema eléctrico nacional.

En Norte de Santander, Termotasajero, la cual tiene una capacidad de generación 335 megavatios, equivalente al consumo promedio de energía de 700.000 hogares, y está consumiendo, aproximadamente, 3.000 toneladas diarias, que equivalen a 90.000 toneladas mensuales.

El mensaje resultante es que antes de estigmatizar hay que tener presente la composición misma de la matriz energética que depende, en un 68% del sistema hidráulico y el restante corresponde a la generación térmica, la cual puede estar, en capacidad instalada, en un 20% a base de gas y 15% de carbón.

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