Vestirse de princesa, usar zapatillas de tacón y bailar el vals en medio de un salón, rodeada de amigos y familiares, es el sueño de muchas jovencitas cuando cumplen 15 años, esa edad que marca el fin de la niñez y la llegada de la adolescencia.
Sin embargo, en razón de la compleja situación económica no todas las familias pueden celebrar una fiesta a la altura de la expectativa de las niñas de la casa.
Fue el caso de 10 jovencitas de la zona rural del municipio Pamplona, donde sus padres, limitados en recursos, recurrieron a la Seccional de Carabineros y Protección Ambiental de la Policía de Norte de Santander, que organiza este tipo de eventos desde hace ocho años, como parte de labor social.
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Esmeralda (nombre ficticio, por tratarse de una menor de edad), fue una de las jovencitas agasajadas y habló sobre su experiencia.
Contó que sus padres, luego de celebrar los 15 años de su hermana, a través de la Seccional de Carabineros, hicieron lo propio en su caso. “Mi mamá conocía al teniente Maldonado, entonces ella lo contactó y me inscribieron. Empezamos con los ensayos y la organización de todo”, dijo la jovencita.
El evento tuvo lugar el pasado viernes 13 de diciembre. Inició con una eucaristía en la catedral de Pamplona, un momento solemne que dio paso a un desfile por la calle real hasta llegar al salón principal de un reconocido hotel de la ciudad, donde se llevó a cabo la recepción, con la presencia de los familiares más cercanos a las cumpleañeras.
La jornada estuvo marcada por la alegría y la emoción, con detalles cuidadosamente preparados que incluyeron la música de mariachis, cambio de zapatilla, decoraciones festivas, brindis y un banquete especial.
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