Bajo el agitado ambiente del rebusque que se vive en La Parada, Villa del Rosario, donde imperan las ventas ambulantes, los carretilleros, maleteros y trocheros, se oculta un ‘monstruo’ que cada vez que quiere o no cumplen con lo que él ordena, desaparece o asesina al que se le antoja.
Se trata del Tren de Aragua, banda criminal a la que a pesar de que la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) le ha propinado varios golpes, debilitándola, vuelve a resurgir, como si se tratara de un ‘monstruo de mil cabezas’. Hoy, esta banda criminal está enquistada en esa zona fronteriza, donde a diario deja una estela de miedo, muerte, desolación y pobreza.
Tal es el poder y la crueldad de esa organización criminal, que hoy domina varios puntos de Villa del Rosario, pues de La Parada se expandió a otros barrios para comercializar drogas, cobrar ‘vacunas’, vender armas, golpear personas, amenazar, desterrar o hacer lo que ella quiera, sin que alguien le pueda decir nada. Todo sucede bajo la mirada inerte de los pobladores que por miedo prefieren hacer como si no pasara nada.
El forastero que se atreva a pisar uno de sus territorios se arriesga a que le pase cualquier cosa, como ya ha sucedido en algunas oportunidades. Según las autoridades, esta banda ya habría cometido alrededor de 20 homicidios. De hecho, allí mismo en La Parada hay un sector que conocen como Quilombo, bajo el dominio de estos criminales, y donde se dice que tienen una casa de tortura y descuartizamiento; de hecho, testigos aseguran que la Fiscalía tiene conocimiento, por medio de testimonios que han entregado algunas personas sobre la existencia de este lugar, pero hasta el momento no se ha hecho nada para acabar con él. Además, en ese mismo lugar también habría varias víctimas enterradas en unas fosas (Ve ‘Quilombo, el sitio del terror’).
Pero, ¿hasta cuándo durará este imperio del terror que logró montar el Tren de Aragua? “Esa es una pregunta difícil de responder, porque cada vez que capturamos a algunos de sus miembros, quedan uno o dos sujetos sueltos, que se encargan de prepararle el camino a otros bandidos que envían desde Venezuela y vuelven a reorganizarse”, aseguró una fuente cercana a las pesquisas contra esta organización.
Las autoridades consideran que esta banda ha resultado ser más sanguinaria que todas aquellas que en los últimos 10 años han desarticulado en esa población que colinda con San Antonio del Táchira (Venezuela). Además, según las autoridades, para pertenecer a ella se debe ser venezolano y “comprobar que no le tiene miedo a la muerte, por eso todos deben saber cómo matar, no solo con arma de fuego, sino con cuchillos”.
Sus comienzos
Los cabecillas Freddy, Harold y Alex se la pasan por la trocha La Marina, ahí tienen un punto donde esconden las armas.
La espeluznante historia de la llegada de esta banda criminal a la zona del área metropolitana de Cúcuta se remonta a finales de 2018, cuando varios de sus miembros pasaron la frontera por las trochas, llegando a La Parada como humildes venezolanos que venían a rebuscarse económicamente, aunque su plan era otro: montar un imperio del terror.
Esta peligrosa banda venezolana inició su plan de expansión por varios países como Colombia, Brasil y Perú, y por eso optó por venirse hacia la frontera entre Villa del Rosario y San Antonio del Táchira, pues ya sabía que el flujo de dinero que manejaría sería a gran escala, pues apoderándose de diferentes negocios ilícitos sus ingresos podrían oscilar entre los 2 y 10 millones de pesos diariamente, y así crecería rápidamente en esta zona.
“Poco a poco se fueron apoderando del poder de esa zona y desde finales de 2018 se expandieron con el visto bueno del Clan del Golfo. Ellos aprovecharon que las autoridades judiciales habíamos centrado nuestras miradas sobre la banda criminal La Frontera”, recordó una fuente policial.
Añadió: “mientras se atacaba a esa banda ilegal, que era dirigida por alias Pakistán, el Tren de Aragua comenzó a avanzar lentamente, primero con el cobro por el paso de algunas trochas, luego se fue moviendo hacia el control de la comercialización de drogas y por último se quedó con el cobro de ‘vacunas’ a comerciantes y transportadores”.
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Solo hasta abril de 2019, los integrantes de estaba banda sacaron sus ‘garras’ y luego de pelear contra otras estructuras como los Bota de Caucho y hasta los mismos Colectivos, terminó quedándose con el negocio de este lado de la frontera.
Las autoridades judiciales creen que ese imperio del terror se consolidó con la llegada de José Luis Zarramera Franco, de 30 años, oriundo de Aragua (Venezuela), más conocido con el apodo de Iyabó y quien era el tercer cabecilla de esa banda en el vecino país.
“A él lo mandó directamente Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias Niño Guerrero, quien hoy está preso en la cárcel de Tocorón, desde donde coordina todas las acciones de esta organización criminal internacional”, señaló una fuente judicial.
Iyabó, sin embargo, solo duró a la cabeza de esa organización tres meses, porque el 6 de julio de 2019 fue asesinado por uno de sus hombres, cumpliendo la orden que vino del mismo Niño Guerrero, pues, según las autoridades, este se enteró de que Zarramera no le estaba entregando las cuentas como eran, quedándose con gran parte del dinero que estaba recogiendo. El cadáver del cabecilla apareció en la vía que comunica a Villa del Rosario con Los Patios, en la trocha de Chaparral.
Y precisamente el mismo que se encargó de cumplir la orden de muerte, fue quien quedó a la cabeza de esa facción del Tren de Aragua que estaba en La Parada. Se trata de José Francisco Evia, aunque su ‘reinado’ solo duró una semana, pues el 14 de julio de 2019 la Mecuc, junto con el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), llevó a cabo una redada, capturando a este sujeto y a otros seis integrantes más.
Se reorganizaron
Por aquel entonces, las autoridades creyeron que la organización había sido desmantelada, pero no fue así. Como algunos integrantes lograron escapar, volvieron y se reorganizaron, “pues la frontera tiene muchos caminos por dónde huir, es muy difícil capturarlos a todos”, indicó la fuente judicial.
Rápidamente el Tren de Aragua se recuperó y siguió sometiendo al que se le antojara, pero ya no solo en La Parada, sino que se fue para otros sectores de Villa del Rosario como Juan Frío, Villa Antigua y La Palmita, entre otros.
Y quienes se han encargado de dirigir todo esto, hasta el momento, son conocidos con los alias de Freddy, Harold y Alex, quienes hoy se mueven tranquilamente por La Parada, pues hay gente que los ve andando en moto. “Estos tres tipos se la pasan especialmente por la trocha La Marina, ahí tienen un punto donde esconden las armas, pero también están en un invasión que está detrás de uno de los moteles”, contó un habitante de este sector fronterizo.
Otros golpes
El 7 de enero pasado, la Policía logró capturar a dos integrantes de esta banda criminal. Uno de ellos sería el tercer cabecilla, Josué Vicente Laucho Magallanes, quien tenía orden de captura por homicidio agravado y concierto para delinquir; junto a él atraparon a Pedro Miguel Orta Laya, quien se había logrado fugar de la estación de Policía de Villa del Rosario, donde estaba recluido por el asesinato de Marco Román Rodríguez Jiménez, hecho ocurrido el 11 de noviembre de 2019; esta persona es señalada de ser sicario de esta organización.
Casi tres semanas después de estas aprehensiones, la Policía detuvo a otros dos presuntos integrantes de esta organización; se trata de Wilbert Rafael Maduro Guevara y Greiber José Carreño Blanco, alias Granada; a ellos les incautaron una pistola y un revólver. Las autoridades aseguraron que cayeron luego de asesinar a Yojander José Carrero y de herir a otras personas.
El pasado 17 de mayo la Sijín de la Policía Metropolitana de Cúcuta volvió a preparar otra operación contra el Tren de Aragua, capturando a tres presuntos sicarios: Luis Manuel Méndez Molina, de 25 años, alias Fresa; César José Bullones Solano, de 30, conocido como Sencillez; y René Alejandro Cazorla Hernández, de 27, Carlitos la Perra.
La Opinión conoció que siete integrantes que ya tienen orden de captura lograron escapar a esta reciente redada que lanzó la Mecuc en La Parada y otros sectores de Villa del Rosario.
Uno de los mejores golpes que las autoridades han podido darle a esta banda fue la captura de Deivi Antonio Herrera Mata, alias El Cirujano. Este hombre es uno de los más sanguinarios del Tren de Aragua, pues se encargaba de torturar y descuartizar a las víctimas (ver ‘El Cirujano de la muerte’).
Pese a estas detenciones, el Tren de Aragua sigue haciendo de las suyas y se ha expandido, según fuentes judiciales, pues ya tiene un pequeño grupo delinquiendo en Los Patios y por la zona de tolerancia de Cúcuta, que queda en el barrio el Callejón, muy cerca de la Terminal de Transporte.
Quilombo, el sitio del terror
Habitantes de La Parada y personas que a diario se mueven por ese sector fronterizo, le han contado a las autoridades que detrás de uno de los moteles de ese punto de Villa del Rosario hay una invasión que conocen como Quilombo, donde el Tren de Aragua tendría su centro de operaciones.
“Hay personas de ese lugar que aseguran que ahí llevan a las víctimas y las amarran a los árboles; luego las meten a una casa abandonada y las torturan. Ahí también es donde han descuartizado a varias personas. Eso ya lo saben las autoridades, pero como siempre no hacen nada”, sostuvo una persona que a diario se mueve por La Parada, pero que por miedo pidió no revelar su nombre.
La Opinión también conoció que algunos informantes de las autoridades judiciales han comentado a la Fiscalía que en ese sitio han enterrado a varias personas, pero que por miedo nadie se atreve a denunciar.
Los asesinatos de esta banda
El Tren de Aragua, según las autoridades, ha sido una de las bandas más sanguinarias que ha llegado al área metropolitana de Cúcuta. “La gran mayoría de los asesinatos que ha cometido ha sido con arma blanca, pues sabe que así provoca más miedo entre la población. A sus miembros no les importa degollar, apuñalar o hasta descuartizar, como ya ha sucedido; entre más violento actúen más es el miedo que causan”, manifestó una fuente judicial.
La racha de asesinatos de esta organización arrancó el 16 de enero de 2019. Ese día, en la trocha Los Mangos, mataron a Xiomara Charlotte Blanco Viera de un impacto de bala en la cabeza; la víctima estaba amordazada, con posibles señales de tortura.
El 4 de abril de 2019 asesinaron a Carlos Iván Reya en el corregimiento Juan Frío. “Lo que sabemos es que varios de este grupo se fueron caminando hasta donde residía este hombre, pasando por algunas trochas, y al llegar en la noche, esperaron a que saliera y lo mataron”, señaló una fuente judicial cercana a las pesquisas.
Doce días después en La Parada fue asesinado de varios disparos Wilfran Mora Noriega. Las autoridades conocieron que un grupo de seis hombres se acercó hasta donde estaba la víctima y luego de llamarla por el apodo de ‘Ciego’, le dispararon y huyeron por una trocha.
El 13 de mayo de 2019 en una trocha que está en el sector conocido como El Cristo, encontraron a una persona degollada y apuñalada. Al parecer, era un venezolano pero no pudo ser identificado.
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Para el 11 de junio de 2019 esta banda cometió dos asesinatos, uno se dio en el mismo sector conocido como El Cristo, donde apareció una hombre apuñalado y apedreado; además le pusieron un cartón con un mensaje que decía ‘por sádico’.
El otro crimen se dio ese mismo día, hacia el mediodía, en la urbanización Santa Ana. Allí fue acribillado Pedro Antonio Vivas Orduz cuando se movilizaba en su bicicleta.
La trocha que está en el sector El Cristo volvió a ser escenario de muerte el 19 de junio de 2019. Ese día apareció otro venezolano asesinado a puñal y apedreado.
Entre junio y diciembre de 2019 se registraron otro tanto de homicidios en La Parada y varios sectores de Villa del Rosario, aunque las autoridades judiciales no han podido tener pruebas contundentes para asegurar que fueron cometidos por el Tren de Aragua; por inteligencia saben que fueron ellos los autores, por eso están haciendo un trabajo exhaustivo para obtener todo el material probatorio que permita inculparlos.
El 10 de enero de este año, integrantes de esta organización criminal mataron a Lanis David Cuestas Figueroa, quien trabajaba como arrastrador de pasajeros en La Parada.
Cuatro meses más tarde, el pasado 29 de abril, en el barrio 12 de Octubre, de Los Patios, asesinaron a Juan René Flórez Vanegas. Ese día, un sicario de esta banda entró a su casa y lo baleó delante de su familia. La víctima fue miembro del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) de Venezuela.
El pasado 2 de mayo las unidades de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron de la inspección de un cadáver que fue hallado en un canal de aguas negras que pasa por la calle 7 con carrera 15, del barrio La Parada. La víctima fue identificada como Edies Eduilxon León Zapata, de nacionalidad venezolana.
Dos semanas después, en ese mismo punto de La Parada, la Policía halló un cráneo. Además, en otros sitios de Cúcuta también han sido encontrados restos humanos, lo que hace creer que esta banda está descuartizando a sus víctimas y arrojando las partes en diferentes lugares para despistar a los investigadores.
Las autoridades judiciales consideran que el Tren de Aragua ha asesinado a alrededor de 20 personas desde que comenzó a delinquir en Villa del Rosario.
El Cirujano de la muerte
A Wilbert Rafael Maduro Guevara y Greiber José Carreño Blancos les incautaron una pistola y un revólver.
Uno de los golpes más contundentes que las autoridades judiciales le han dado a la facción del Tren de Aragua que delinque en La Parada, fue la captura de Deivi Antonio Herrera Mata, más conocido como ‘El Cirujano’.
Este hombre, de nacionalidad venezolana, es, según la Policía, el que se encargaba de hacer hablar a las víctimas, golpeándolas, torturándolas y luego descuartizándolas. “Él disfrutaba haciendo sufrir a las personas, es más, grababa todo lo que hacía, al igual que el resto de bandidos de esa banda. Muchos de esos videos están en manos de la Fiscalía”, indicó una fuente judicial.
Las autoridades conocieron que antes de su captura, alias Alex, cabecilla de la organización, le ordenó no seguir desmembrando a las víctimas, porque eso estaba provocando que las autoridades se pusieran más al tanto de lo que estaban haciendo.
Unas de sus últimas víctimas fueron Edies Eduilxon León Zapata, quien apareció envuelto en unas sábanas en un caño de aguas negras, y otros dos presuntos integrantes de la banda que conocían con los alias de Deneiker y Gustavo.
“A ellos los entraron a la fuerza al sector del Quilombo, donde tienen la casa de pique. Los llevaban casi a rastras. Allá los amarraron y luego de torturarlos e insultarlos, los mataron porque los señalaron de sapos”, manifestó un testigo.
Agregó: “a Edies lo golpearon y ahorcaron, pero dejaron su cadáver completo; a los otros dos (Deneiker y Gustavo) sí los desmembraron y enterraron en unas fosas ahí mismo en el Quilombo”.
Quienes presenciaron y participaron de estos hechos fueron El Gordo Jeferson, Pelota, Movicol, Ever San Mateo, Ángel Santa Rita y Franklin el Tuerto, según pudieron constatar las autoridades.
Lo último que se sabe de esta banda es que Deivi Herrera fue enviado a que dominara el sector de tolerancia que hay en el barrio El Callejón, muy cerca de la Terminal de Transportes, donde durante varias semanas se encargó de manejar el microtráfico
La historia del Tren de Aragua
Para las autoridades e investigadores, el Tren de Aragua es la banda más poderosa de Venezuela y su poder radica en la cárcel de Tocorón, en el estado de Aragua. Desde allá ordenan extorsiones, secuestros, homicidios, robos de vehículos, venta de drogas, tráfico de armas, trata de personas, contrabando y demás delitos.
InSight Crime, en una de sus investigaciones, señaló que el líder de esta megabanda es Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias Niño Guerrero. “El criminal es el principal pran carcelario en Venezuela y, desde la prisión, lidera al Tren de Aragua y la Fundación Somo el Barrio JK, una institución que registró la organización delictiva para recibir recursos y apoyo del Estado. Bajo esta figura imponen normas en la comunidad de San Vicente, en el sureste del estado Aragua”.
Añadió: “el historial delictivo de Niño Guerrero, de acuerdo con registros del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, data desde el 3 de septiembre de 2005 cuando el criminal atacó a una comisión policial y asesinó al funcionario de Poliaragua, Oswaldo González”.
El Tren de Aragua contaría con más de 2.700 miembros, entre criminales armados y hombres y mujeres que colaboran con la organización criminal que se ha expandido por Perú, Brasil y Colombia.