El Tarra y San Calixto suman 27.354 víctimas de la guerra.
De ellas, 1.134 no serán reparadas directamente porque cayeron a manos de homicidas, o se cuentan entre los casos de desaparición forzada.
La situación de las víctimas es compleja en ambas zonas, y su atención es prioritaria, pues las cifras de abandono son alarmantes.
Por ejemplo, en El Tarra, el plan de desarrollo menciona que del total de las víctimas 1.108 niños requieren ingresar al sistema educativo; hay 3.050 adultos que no saben leer y escribir, y 3.495 personas no terminaron sus estudios.
Para ellos, se espera garantizar el acceso a la educación con metas de 2.900 personas alfabetizadas y 3.400 bachilleres y profesionales, durante el cuatrienio.
En San Calixto, entre 2005 y 2014 abandonaron el municipio 3.160 personas, y se desplazaron 588 hogares sancalixtenses.
En el mismo periodo el municipio recibió 1.632 personas.
En la actualidad el municipio tiene una doble dinámica como receptor y como expulsor de habitantes.
Según información del registro de la Unidad de Atención a Víctimas, desde 1985 a 2015, se han ido 12.680 personas, pero se recibieron 6.670.
Entre 2014 y 2015 hubo 15 eventos, en igual número de veredas, de desplazamiento interveredal.
Actualmente existen comunidades con planes de retorno en la vereda San Roque, La Quina y Quebrada Azul, acompañados por la Unidad de Atención a Víctimas y la alcaldía.
La Opinión