Un número indeterminado de piedras negras y tamaño monumental son un extraño tesoro de Ábrego.
Están desparramadas en un terreno de aproximadamente 3 hectáreas.
Esta zona colinda con varias colinas y sorprenden las enormes piedras por su inusual aspecto.
Algunas teorías señalan que podrían ser fragmentos de un asteroide, o que tendrían un origen volcánico, lo cual es bastante impropio porque no hay volcanes en el nororiente colombiano, pero no se descarta la hipótesis.
Si se atiende a la tradición oral, se establece que son los restos de un meteorito y que hace cientos de años los indios orokes las usaban para realizar ritos reproductivos durante la luna llena.
Esto significa que nuestros aborígenes siempre en esa fase lunar se trasladaban al sitio con sus mujeres para procrear, porque las consideraban rocas de la fertilidad.
De hecho una de ellas donde se cree dieron lugar a estos actos amorosos tiene la forma de una gran sábana mirando el infinito.
Esta zona posee una formación geológica particular y es conocida por poseer las rocas redondas de coloración oscura más grandes del mundo.