La tragedia humanitaria que se vive en Norte de Santander, por cuenta de la reanudación de los enfrentamientos entre la guerrilla del Eln y la disidencia de las Farc en el Catatumbo, crece con el paso de las horas.
El número de muertos, heridos y desplazados aumenta dramáticamente, mientras las autoridades departamentales y municipales trazan estrategias sobre la marcha para tratar de atender, de la mejor manera posible, a quienes tuvieron que salir en desbandada para ponerse a salvo del fuego cruzado de la guerra.
Tibú, Ocaña, Cúcuta y algunos pueblos de Venezuela -en ese orden- son las ciudades a donde han ido llegando desplazadas cientos de personas que, de acuerdo con las estimaciones de las autoridades, pudieran llegar a convertirse en miles en los próximos días, si no cesan los enfrentamientos.
En Cúcuta, el Teatro Municipal se convirtió en el centro de operaciones para la recepción, registro y atención de desplazados. Hasta horas de la tarde de ayer el alcalde Jorge Acevedo daba cuenta de la llegada de 400 personas, pero no descartaba la posibilidad de llegar a mil en las siguientes horas.
De hecho, el gobernador William Villamizar, gobernador del departamento, señaló que al final del día este sábado, se estimaba un desplazamiento de cerca de 5.000 personas en Norte de Santander.
La alcaldía estableció la ruta de atención con presencia de personal de la Procuraduría, Defensoría del Pueblo, Personería Municipal, así como voluntarios de la Cruz Roja y Defensa Civil.
“En la Alcaldía estamos listos para brindar alojamiento y alimentación a los que no tienen dónde quedarse acá, a las personas que necesitan desplazarse a otros lugares les vamos a solucionar con el transporte”, dijo el alcalde Acevedo.
El mandatario local dijo que la idea es evitar, en la medida de lo posible, enviarlos a unidades educativas o albergues, “queremos preservar su paz y tranquilidad mental, que entiendan que esto es solo cuestión de espera, por eso la apuesta inicial es cubrir hasta donde podamos su hospedaje en hoteles”.
Destacó que este trabajo lo está asumiendo de manera conjunta con los gobiernos departamental y nacional, así como con la cooperación internacional. “Solos no podemos y esta es una labor de todos por los hermanos del Catatumbo”, dijo Acevedo.
De igual forma señaló que se espera una sinergía con las administraciones de los demás municipios del área metropolitana, al señalar que “las historias de cada una de estas familias nos lleva a dar cada uno lo mejor de nosotros”.
En este sentido, como una estrategia para sumar más esfuerzos, Acevedo puso en marcha una campaña de recolección de ropa para adultos y niños, así como útiles de aseo y alimentos no perecederos, los cuales se van a colectar en la sede de la Alcaldía de Cúcuta y en el Centro Regional de Atención a Víctimas de Atalaya.
“Es importante la solidaridad de todos los cucuteños para poder darles tranquilidad en este momento de zozobra, de falta de esperanza y expectativas. Estamos para ayudarlos, para respaldarlos, cuidarlos y esperamos que esto no dure mucho”, dijo Acevedo.
El panorama no era distinto en Ocaña, donde al final de la tarde de este sábado se contaban unas 500 personas en el coliseo Argelino Durán Quintero, lugar donde se lleva a cabo la respectiva caracterización para poder hacer la asignación de ayudas humanitarias.
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