La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Frontera
El poder del tejido y el bordado en La Parada
Arte como herramienta de expresión, salud mental e integración de las comunidades en Villa del Rosario.
Authored by
Image
La opinión
La Opinión
Categoría nota
Sábado, 22 de Julio de 2023

El sector de La Parada, en Villa del Rosario, sigue siendo un escenario importante para las iniciativas que buscan fomentar la integración de comunidades migrantes y de acogida.


Le puede interesar: Empresarios y colaborares dialogan sobre la integración económica


Con actividades artísticas como el tejido y el bordado, la Fundación Moiras implementa una estrategia frente a la prevención de violencias y la intervención de contextos sociales a través de la cultura, y la construcción de memoria y paz como eje transversal donde el arte siempre es protagonista.  

 

La Parada se expresa


De acuerdo con la Fundación, a través de unos antecedentes previos y una consultoría con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en el sector de La Parada, se lograron identificar los aspectos a trabajar con esta comunidad.

“Nosotras hicimos la revisión documental y a partir de los resultados de dicha investigación, comenzamos a organizar un encuentro con las personas para poder priorizar esas normas sociales. Para eso realizamos actividades relacionadas con identificación de espacios de riesgo, entre otras”, señaló Angélica Valencia López, Trabajadora Social y coordinadora de proyectos de la Fundación Moiras.


Lea también: Avanza la construcción del terraplén en El Tarrita


 

Hombres y mujeres de La Parada se unen a las actividades de tejido.

Al menos 50 personas entre hombres y mujeres de diferentes edades de esta comunidad, se han sumado a las actividades de tejido y bordado. “Lo que hemos hecho con ellos es acercarlos a la esencia de lo que es el arte del tejido y el bordado. Entonces buscamos que aprendan este arte pero como una herramienta de expresión, con un enfoque de cuidado, salud mental y como espacio para compartir con otras personas”, añadió la integrante de la Fundación. 

Paula Ximena Becerra, quien hace parte de la comunidad y conforma el grupo de tejido, señala que encontró en esta actividad un proyecto de vida. “Estoy muy agradecida por enseñarnos esta bonita labor de tejidos y bordados. A mí personalmente me ha ayudado a desestresarme y a demostrarme a mí misma que yo sí puedo y que bonito es aprender cosas que uno piensa que es imposible”, indicó.

 

Institucionalidad

 

Para iniciar las actividades con la comunidad se hizo necesario reunir a otras entidades como la Alcaldía de Villa del Rosario, a través de la Secretaría de Equidad de Género, Secretaría de Salud, Secretaria de Educación y las comisarías del municipio.

Una unión con la institucionalidad que sumado al trabajo con líderes comunitarios que tienen gran acogida y reconocimiento, fue el camino para conectar con esta población. Así mismo poder brindarles espacios seguros y permitirles participar en las diferentes convocatorias y actividades.


Encuentre aquí: Internet llegará a las zonas más apartadas de Norte de Santander


 

La Fundación Moiras lidera las iniciativas de tejido y bordado.

“En La Parada aplicamos el mismo proceso que con las demás comunidades donde siempre es fundamental la intervención comunitaria. Buscamos tejer confianzas que no existen en sus entornos y aportar en situaciones de riesgo, acercamiento y construcción de confianza. En La Parada inicialmente se hizo una inscripción por cada grupo poblacional de 20 personas ya tenemos al menos 50”, indicó la psicóloga Sandra Méndez, quien brinda acompañamiento desde el enfoque de la teoría del cambio social y de comportamiento.

Lisbeth Pérez, ciudadana venezolana y residente desde hace varios años en La Parada, agradece que este tipo de iniciativas lleguen a su comunidad. “Gracias por tomar en cuenta a la población de La Parada para esta actividad en la que aprendemos a tejer y a compartir momentos diferentes. Esto nos sirve para enseñarle a otras personas ya que no sabíamos nada de tejido pero gracias a la paciencia del equipo expresamos nuestros sentimientos”, añadió.

 

Integración y salud mental 

 


La Fundación Moiras proyecta un trabajo profundo y constante en Villa del Rosario. Gracias al apoyo de organismos como Unicef, le apuestan a generar transformaciones en las normas sociales y a prevenrir las Violencias Basadas en Género (VBG).

La Parada, en Villa del Rosario es hoy un espacio de integración.

Es así que no solo las mujeres hacen parte de estas iniciativas. Pues varios hombres de la comunidad se han vinculado con gran éxito en los talleres de tejido y bordado, llevando a su vez el mensaje a cada uno de sus entornos. “En los espacios de tejido y bordado que hacemos por lo general las que más participan son mujeres, sin embargo, hemos tenido gran recepción por los hombres de la comunidad”, dijo la profesional en psicología, quien, además, es formadora de bordado.


Le puede interesar: El inspirador viaje de Ximena: De Cúcuta al Catatumbo y su camino a la Policía Nacional


“Los encuentros y los espacios han sido muy cómodos para nosotros. Yo no sabía tejer ni coser y me dediqué a hacerlo, me gustó mucho. En el grupo de adolescentes está mi hija también y me encanta porque eso hace que ella tenga la mente ocupada en otra cosa, compartimos muchas cosas y nos tomamos un espacio para relajarnos y concentrarnos en una actividad muy nuestra ya que normalmente no nos queda tiempo para nada. Siempre estamos esperando el próximo encuentro. Mi hija, mi mamá, mi hermana y yo estamos anhelando esta actividad porque se ha vuelto nuestro espacio para compartir”, indicó otro de los integrantes de la iniciativa. 

 
Un impacto real

 

El esfuerzo permanente de las diferentes organizaciones por la integración y el respeto de los derechos de la población migrante y retornada que hace presencia en Norte de Santander, ha dejado grandes resultados en la transformación de los contextos sociales. El trabajo ha vinculado población migrante, población retornada y comunidades de acogida, pero también víctimas del conflicto armado en edades entre los 12 y 18 años. 

“Hemos trabajado también procesos con mujeres enfocados en la construcción de paz, construcción de memoria con mujeres víctimas del conflicto armado en sectores como Juan frío, en Villa del Rosario y el asentamiento humano Alfonso Gómez. De ese esfuerzo tenemos dos libros textiles construidos en estos procesos que tenían como eje central la construcción de la memoria, la paz, pero también siempre el tejido y el bordado”, manifestó la coordinadora de los proyectos. 

Piezas textiles tejidas y bordadas

El proyecto busca llegar a más comunidades y poder dar continuidad a los procesos con distintas personas, ampliar las redes comunitarias frente a la prevención de las Violencias Basadas en Género (VBG) y realizar las activaciones de rutas que fortalezcan la atención para las comunidades involucradas. 


Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion

Temas del Día