Chitagá, a 2.350 metros de altura, es reconocida por ser tierra del durazno y de la papa, rubros que se quedan con la mayor parte de participación; solo el tubérculo tiene 60%.
Sin embargo, allí también producen, en menor escala, legumbres y hortalizas, café, caña panelera, tomate de árbol, fresa, ciruela, feijoa y granadilla, entre otros.
Por ello, con el fin de diversificar el aparato productivo de este municipio de Norte de Santander, las autoridades locales le apuntan a un plan que lleve a los campesinos a cultivar otros productos con gran mercado, por ejemplo: aguacate hass, arándanos y limón Tahití.
“Somos un municipio papero, con una participación amplia en durazno y estamos experimentando con otros frutales (con un 25% de participación). Contamos con las hortalizas, que tal vez abarquen el 15%. El aguacate hass ya se ha cultivado en algunas veredas, pero queremos organizar ese cultivo”, indicó a La Opinión el alcalde Yorman Suárez.
Destacó que no quieren improvisar en sus estrategias para el campo, base de la economía local, por eso, este año, uno de los objetivos es crear un centro de acopio, donde los productores puedan hacer la venta directa de sus cosechas y reducir los intermediarios.
Suárez resaltó que también harán acompañamiento a aquellos proyectos de emprendedores, como el de la familia Angarita Pulido, que produce champiñones orgánicos, una “iniciativa que se ha mantenido”, al igual que desea magnificar la siembra de arándanos, pues el municipio cuenta con un cultivo tecnificado.
El mandatario local manifestó que para poder ejecutar estos planes, lo primero que deben hacer es contar con los datos de lo que se produce en cada vereda y en cuánta cantidad, el registro lo comenzarán a desarrollar.
Pérdidas por precio de la papa
El enlace de apoyo de la oficina de Proyectos Productivos, Carlos Alberto Mogollón, destacó que esa base de datos que busca implementar la administración tendrá el fin de que los planes lleguen hasta las zonas más alejadas.
“Se quiere incentivar a la gente a que le apuesten a otros cultivos, diferentes a los tradicionales, que están en auge en Colombia. Porque con la papa, por ejemplo, los precios bajan mucho a veces y pierde el campesino”, añadió Mogollón.
Kleiver Ortiz, productor de la vereda Casa Vieja, permitió ingresar a La Opinión a sus cultivos de papa, repollo y cebolla, en donde sostuvo que, ahora, el tubérculo se está comercializando a buen precio, porque hace dos meses estaba muy bajo, a $50.000 y $60.000 el bulto (50 kilos) de la variedad criolla (papita amarilla).
Aseguró que las cosechas que vendieron la vez pasada solo les permitieron recuperar lo invertido. “Esto es una mala inversión, porque la ganancia es poca”, apuntó uno de sus obreros, debido a que los fertilizantes son muy costosos, aunque han disminuido. El bulto de abono pasó de $220.000 a $140.000.
Los campesinos precisaron que la papa se vende a $100.000 el bulto, es decir, $2.000 el kilo.
En el subsector de la papa, el alcalde Yorman Suárez también desea la tecnificación, para que el campesino supere la etapa de la yunta de bueyes en el arado y se valga de un motocultor, lo cual lo llevará a aumentar su productividad, darle más impulso y estabilizar la economía.
Transformación industrial
El alcalde de Chitagá expresó que los cultivadores de durazno ya cuentan con diferentes seleccionadoras del fruto, para agruparlo por tamaño y colocarlo en el mercado regional y nacional, pero les falta el valor agregado; no solo se trata de vender la fruta, sino de comercializarla transformada en almíbar, mermelada, entre otros.
“En ese centro de transformación agroindustrial que queremos tener se le dará empleo a las madres cabeza de hogar, quienes ayudarán a darle un tratamiento diferente al durazno o a otros productos. Esto contribuirá a que seamos más competitivos, tanto dentro del departamento como a nivel del país”, agregó Yorman Suarez.
Recalcó que la provincia de Norte de Santander que produce más alimentos es la de Pamplona, entonces, tal vez no se necesite un centro agroindustrial solo en Chitagá; sino que se unan los seis alcaldes de este grupo de municipios, para materializar un proyecto provincial.