Ni el plantón que se hizo en la Plaza de Bolívar con varios ciudadanos que pusieron decenas de zapatos en honor de los líderes ambientalistas asesinados, logró que los senadores y representantes de las Comisiones II del Congreso pudieran votar el proyecto de ley por medio del cual Colombia se circunscribe al Acuerdo de Escazú, sobre las buenas prácticas ambientales.
Las comisiones deben dar la primera de dos votaciones al proyecto, pero éste jueves la iniciativa se complicó porque la plenaria del Senado se abrió en momentos en que se discutía el proyecto del Acuerdo de Escazú, sin embargo el inconveniente es que no se podrá discutir el viernes sino que sólo se retomaría el sábado, debido a que no fue anunciado para su discusión.
El senador opositor de la Alianza Verde, Antonio Sanguino, ponente del proyecto, defendió la propuesta al asegurar que “el acuerdo no afecta para nada la soberanía de Colombia al igual que otros tratados ratificados por el país. El artículo 19 reconoce la soberanía de cada Estado firmante y establece la opción y no la obligación de acudir a la Corte Internacional de Justicia cuando se presente un conflicto con otro país”.
Quienes no están de acuerdo con la iniciativa son algunos congresistas del uribismo, como el representante a la Cámara Juan David Vélez, quien estima que de aprobar esa ley “se evidencia la posibilidad de un choque en la seguridad jurídica del país, que no ha sido desvirtuada y que genera una preocupación enorme porque el propósito loable en la protección del medio ambiente no nos puede llevar a cometer errores jurídicos”.