Temor general existe entre los ribereños de la cuenca hidrográfica del río El Tarra por una avenida torrencial que pone en riesgo los cultivos, viviendas animales de corral, carreteras de acceso y sistema de servicios públicos domiciliarios en esa región del país.
La temporada de verano con esporádicas precipitaciones deja en evidencia que la falla geológica registrada en lo alto de la cordillera está latente aguas abajo del municipio de Villa Caro, que puede quedar incomunicado vía terrestre.
“No se ha invertido un peso para remediar el deslave ocasionado por la remoción en masa en la vereda El Molino y cuando empiecen las lluvias se presentará una tragedia de grandes proporciones, con mayores devastaciones que la avalancha presentada el año anterior”, señaló el alcalde del municipio de Ábrego, Huber Darío Sánchez Ortega, quien hizo un llamado a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y Desastres para la adopción de medidas urgentes encaminadas a prevenir un siniestro mayor.
El alcalde indicó que las alarmas están encendidas, “por lo que los habitantes están expuestos a un desastre natural apenas comience el crudo invierno. Están en mora de adoptar medidas excepcionales para conjurar la emergencia”.
Señaló que a pesar de las advertencias, la historia se podría repetir y las consecuencias podrían ser nefastas para una comunidad que lo perdió todo durante la avalancha del 31 de mayo del año pasado.
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Los campesinos ya reportan deslizamientos de tierra y deslave muy cerca de la vereda El Molino desde donde se desencadenó la emergencia el año pasado.
Trascendió a este medio que el alcalde de Villa Caro, Jesús Amado Sepúlveda Celis ha notificado a todas las entidades del ámbito departamental y nacional para ordenar un estudio geológico en la corona para adoptar las precauciones pertinentes.
Y, ante esta situación, la Consejería Departamental de Gestión del Riesgo hace el seguimiento permanente a la remoción en masa y ya notificó el caso a las autoridades nacionales.
Un equipo de expertos con amplio conocimiento en desastres naturales son los encargados de recopilar información y emitir las alertas tempranas para la evacuación.
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En esta ocasión el mandatario de esa población, Amado Sepúlveda fue notificado de una posible afectación del casco urbano del municipio de Villa Caro en caso de incrementar el movimiento en masa activo de la vereda EI Molino.
No repetir la historia
El 10 de noviembre de 2022 se generó una remoción en masa en la parte alta del sector de EI Molino en el municipio de Villa Caro donde se dio la pérdida de múltiples viviendas, hectáreas de cultivos y la desaparición de 5 miembros de una familia.
Se tiene un estimativo del desplazamiento de al menos 8 millones de metros cúbicos de terreno, precisando que a su vez se generó una acumulación de agua desde el nacimiento de la quebrada.
Los campesinos recuerdan que en abril del año pasado cuando iniciaron las fuertes lluvias se incrementó el deterioro y erosión del talud que sostenía el embalse de agua represado.
El día miércoles 31 de mayo de 2023 a las 4:00 de la mañana, desde los municipios de Villa Caro y Ábrego se reportó a la sala de crisis departamental, una emergencia causada por un efecto concatenado de movimiento en masa y avenida torrencial, que inició por la quebrada EI Molino jurisdicción del municipio de Villa Caro para posteriormente unirse al río El Tarra, comprensión rural de Ábrego, impactando en el eje vial que conduce con la capital del departamento, donde meses después se logró habilitar el paso de vehículos, pero los transportadores siguen en vilo ante la reaparición de las primeras precipitaciones.
Expertos en la materia coinciden en afirmar que los afluentes tributarios del río Catatumbo han dado los campanazos de alerta y recuerdan la mortandad de peces en abril del año anterior debido a las aguas turbias que restó oxigenación a los seres acuáticos.
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Aseguran que el fenómeno afecta el recorrido del afluente desde la quebrada El Molino pasando por El Tarrita desembocando en la cuenca del río Catatumbo donde están ubicados los municipios de Villa Caro, Ábrego, La Playa de Belén, EI Tarra, Hacarí y Tibú.
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