Proceso en marcha
La personera del municipio de Ábrego, Laura Jimena Quintero, lideró ese proceso para mejorar las condiciones de vida de las víctimas del fenómeno natural.
“La emergencia de la avenida torrencial ocurrida el 31 de mayo del año pasado fue una situación bastante compleja que desbordó la capacidad institucional y se acudió a la atención de entidades del orden departamental y nacional”, explicó.
La primera etapa con la adecuación de albergues, alimentación, medicamentos, atención humanitaria, sicosocial y esquemas de salud.
Posteriormente, se brindó un tratamiento especial a las 132 familias con los cánones de arrendamiento proporcionados por la gobernación de Norte de Santander y el Gobierno colombiano.
En materia de educación se reportaron algunos inconvenientes ya que el puesto de salud de El Tarrita donde los niños recibían clases presenciales no reúne las mínimas condiciones de seguridad y se optó por suspender las clases, lo que ocasionó el malestar entre los padres de familia de veredas cercanas, que no están dispuestos a viajar al casco urbano, ni tienen conectividad para implementar los servicios a través de la virtualidad complementado con las guías pedagógicas.
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También, reportaron problemas a la hora de la movilización de menores de edad por las vías rurales.