La proliferación de caracoles africanos genera temor entre los habitantes de los municipios que integran la provincia de Ocaña quienes solicitan la intervención de las autoridades ambientales.
El molusco, traído a Colombia para combatir plagas en algunos cultivos se convirtió en el dolor de cabeza de los labriegos de la región.
Del campo se trasladó hacia las antiguas casonas de la parte urbana y ahora se encuentra hasta en los andenes de sectores populares de Ocaña.
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En el barrio San José Edilma Portillo indica que los niños en medio de la inocencia y por la curiosidad los agarran sin dimensionar el peligro.Hace un llamado a la Unidad Técnica Ambiental para la erradicación de esos animales.
El titular de esa dependencia, Harwin Blanco, coordina visitas a los distintos barrios para evitar consecuencias mayores. Conjuntamente la comunidad adelanta la recolección de esos animales que aparecen en los solares e incluso en las calles destapadas.