Ayer, a las 2:05 de la madrugada, cuando los residentes del barrio La Ermita se encontraban descansando, el sonido de varios disparos irrumpió su tranquilidad. Y es que a esa hora, asesinaron a una persona, su cuerpo quedó tendido en la mitad de la carretera.
El hecho se registró en la avenida 9 con calle 33 cuando Esneider Reyes Pineda, de 24 años, al parecer se encontraba consumiendo estupefacientes. Según algunas versiones, dos hombres que se movilizaban en una motocicleta, lo habrían abordado y sin mediar palabra, le dispararon.
“Apenas escuché los tiros nos levantamos con mi esposo pero no salimos de la casa porque nos da miedo que algo nos pase. En ese momento uno solo piensa en protegerse”, comentó una residente del barrio.
Minutos después del crimen, un taxista que transitaba por el lugar fue el encargado de avisarle a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) sobre el cadáver.
“Cuando escuchamos que los del cuadrante habían llegado ahí si salimos a ver qué era lo que había pasado y estaba el muchacho ahí tirado. A él lo conocíamos de toda la vida y aquí todos les decían ‘La Yegua’”, añadió la mujer.
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Al percatarse de la muerte de Reyes Pineda y sin rastro alguno de los sicarios, las autoridades avisaron a la Brigada Interinstitucional de Homicidio (Brinho) para que adelantaran la inspección técnica de la escena y el levantamiento del cadáver.
Según la Policía, este crimen se habría registrado por un posible ajuste de cuentas por microtráfico.
Extraoficialmente se pudo conocer que la orden habría sido dada por Ever Carreño Corredor, alias Porras, quien desde la cárcel seguiría amenazando, extorsionando y organizando el negocio del microtráfico en las comunas 7 y 8 de Cúcuta. Al parecer, ‘La Yegua’ estaría involucrado en la pérdida de una plata.
Sufrió un atentado
La comunidad coincidió en que Esneider Reyes Pineda ya había sido víctima de una atentado hace seis meses.
“Una vez un sicario lo persiguió para matarlo aquí en el barrio pero él salió corriendo y se escondió en una casa que estaba abierta. Se metió debajo de la cama y esa vez no le hicieron nada”, comentó un residente del sector.
Aunque estuvo durante varios meses refugiado, en estos días se le había visto nuevamente por la zona.
“Hace rato yo no lo veía por aquí, imaginamos que se estaba protegiendo porque casi lo matan y mire, preciso volvieron por él, qué lástima porque es un pelado criado aquí en La Ermita”, concluyó el hombre.
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