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Por tercera vez ordenan el traslado de Julio Casas a la cárcel de Girón
El Inpec aseguró que él es un preso que debe estar en una prisión de alta seguridad y no en la de Cúcuta.
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Martes, 29 de Noviembre de 2022


Julio César Casas Pacheco, el reconocido empresario de la seguridad privada en Cúcuta, quien fue capturado el 7 de noviembre de 2019 y un año y medio después fue condenado a 18 años de prisión por los delitos de demanda de explotación sexual comercial y uso de menores de edad en la comisión de delitos, por parte del Juzgado Primero Penal del Circuito, con función de conocimiento de Los Patios, tendrá que seguir pagando su condena en la cárcel de máxima seguridad de Girón (Santander).

Así lo determinó la resolución 9603 del 15 de noviembre de 2022, del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), que ordenó su traslado inmediato.


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Esta sería la tercera vez que desde la dirección nacional del Inpec se ordena el traslado de Casas Pacheco a un pabellón de alta seguridad, pero en ninguna de las ocasiones anteriores se logró materializar el traslado, por acciones legales emprendidas por el privado de la libertad

El 22 de septiembre de 2021, con la resolución 7080 del Inpec, se determinó que Julio Casas debía ir a la cárcel de máxima seguridad de Girón, pero cinco días después el instituto penitenciario revocó dicha orden, porque habría un fallo de un juzgado que no permitía que se cumpliera.

Un año después, el 20 de septiembre de 2022, el Inpec emitió otra resolución (7536), en la que volvió a insistir en el traslado de Casas Pacheco, alegando que él está clasificado entre los detenidos con nivel uno de seguridad, por lo tanto no puede permanecer en una cárcel como la de Cúcuta, porque es de mediana seguridad, pero esta orden tampoco fue ejecutada.

Ahora, con la reciente resolución del 15 de noviembre, se vuelve a insistir una vez más en el traslado de este hombre, pero el pasado domingo cuando se iba a dar, Julio Casas Pacheco habría presentado un fuerte dolor en el pecho y como en la enfermería de la Penitenciaría de Cúcuta no se cuenta con un electrocardiógrafo, tuvieron que remitirlo de urgencia a una clínica, donde permanece recluido bajo observación médica.

Sin embargo, desde el Inpec aseguraron que “se pudo establecer que el privado de la libertad tiene resolución de traslado y su seguridad está a cargo de los Grupos Especiales del Inpec. Una vez  reciba su alta médica, se procederá al traslado de manera  inmediata, toda vez que su custodia  ya no está a cargo del establecimiento (cárcel) de Cúcuta, sino de los Grupos Especiales, que tienen una instrucción clara de hacer una remisión a un establecimiento de nivel 1 de seguridad”. 


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El informe también añadió: “el tiempo de espera depende del alta médica sobre la cual el Inpec no puede interferir por el derecho constitucional que le asiste a la salud”. 

Una fuente extraoficial indicó que esperan los resultados de los exámenes que le están haciendo a Julio Casas en la clínica y que si la situación se complica, tendrán que pedirle a Medicina Legal que se encargue de hacer una valoración completa para establecer qué tan grave es la salud del empresario de la seguridad en Cúcuta, para así tomar una decisión.

A Julio Casas lo capturaron cuando, presuntamente, iba para un motel con tres niñas.

La captura

Cabe recordar que Julio César Casas Pacheco fue detenido hace tres años, metros antes de entrar, presuntamente, a un motel en el sector La Floresta, con tres niñas de 16, 14 y 12 años, a las que supuestamente les pagaría por su virginidad.

En el juicio, la Fiscalía demostró que el acusado fue detenido en flagrancia, pues se le sorprendió “con las menores víctimas en la entrada de un motel, portando una suma de dinero con la que pagaría las actividades sexuales y además, las menores narraron claramente cómo fueron contactadas por una menor para llevar a cabo dicha actividad sexual comercial”.

El ente investigador también agregó que, “la defensa no desvirtuó las pruebas del ente acusador, no demostró que existiera un móvil distinto o -como se sugirió- extorsivo, para que las menores pusieran la denuncia, pues todos los testigos manifiestan que no conocían al acusado, lo que quedó debidamente demostrado en juicio. En conclusión, se probó la materialidad de la conducta desplegada por Casas Pacheco, quien tenía la capacidad para conocer la ilicitud de sus actos y determinarse de conformidad y aun así decidió desplegar su conducta instrumentalizando a dos menores para satisfacer sus deseos sexuales, es por ello que esta Fiscalía le solicita profiera una sentencia de carácter condenatorio”.


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Sin embargo, la defensa de Casas Pacheco presentó una extensa argumentación para concluir que el empresario era un hombre inocente que había pasado más de un año privado de la libertad y que, al no encontrar los elementos objetivos, subjetivos y normativos de ninguno de los dos tipos penales, por eso solicitó que se profiriera un sentido del fallo de carácter absolutorio y le concedieran la libertad inmediata.

Ante esos alegatos, el Juzgado Noveno Penal Municipal de garantías le otorgó el beneficio de detención domiciliaria, tras serle argumentadas difíciles situaciones económicas y familiares del  procesado. Al ser apelada esta última decisión, por parte de la Fiscalía, le correspondió al Juzgado Tercero Penal de conocimiento, la toma de una nueva determinación, siendo enviado de nuevo a prisión.

Una vez se conoció que Julio Casas debía pagar 18 años de prisión, la defensa apeló la decisión y se espera que el Tribunal Superior de Cúcuta ratifique la condena o la modifique.

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