Un nuevo episodio de violencia ha sembrado dolor y consternación en el departamento de Norte de Santander. Una masacre en el municipio de Tibú cobró la vida de Miguel Ángel López, propietario de la funeraria San Miguel, junto a su esposa, Zulay Duran Pacheco y su hijo, un bebé de apenas unos meses de edad.
El hecho ocurrió en la vía principal que comunica a Tibú con la ciudad de Cúcuta, Según versiones preliminares, las víctimas fueron interceptadas por hombres armados que les dispararon, acabando con la vida de toda la familia.
Además, se conoció que el martes 14 de enero habría sido el cumpleaños de Miguel Lopéz.
La comunidad de Tibú se encuentra consternada ante este trágico suceso. Hasta el momento, se desconocen los móviles del ataque y se esperan declaraciones en las próximas horas por parte de las autoridades para esclarecer lo sucedido.
Una caravana de funerarios se desplazaron hasta la zona para lograr recuperar los cuerpos de las víctimas.
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En la mañana de este jueves, 16 de enero Richard Claro, alcalde de Tibú reveló en medios de comunicación que Miguél Ángel López era padre de tres hijos y según se conoció, el mayor iba en la parte trasera del carro.
El mandatario local mencionó que el niño alcanzó a escapar en medio del tiroteo y fue refugiado por habitantes del sector. Se espera a que las autoridades confirmen si el otro hijo de López también estaba en el trágico hecho.
En la noche de ayer, la Alcaldía de Tibú rechazó este nuevo hecho de violencia que estremece a Norte de Santander.
"Expresamos nuestro más profundo pesar y rechazo ante el lamentable fallecimiento del señor Miguel Ángel López Rojas, su esposa Zulay Durán Pacheco y su hijo Miguel Herney López Durán, quien apenas contaba con unos meses de nacido y han partido de manera tan trágica", manifestó la entidad.