Las exequias de Serrano se cumplieron en la jornada del miércoles, acompañado por su circulo más cercano entre amigos y familiares.
Uno de sus grandes amigos y colegas fue Germán 'Burrito' González -ex jugador del Cúcuta Deportivo, Deportivo Cali, Pereira y América de Cali- quien dedicó unas sentidas palabras.
Burrito también vistió la camisa de la Selección Colombia y con Serrano hizo un curso de técnico después de que 'El Faraón' cumpliera una carrera por Cúcuta, América, Unión Magdalena y Millonarios.
La carta de González a Serrano
Con el corazón apretujado y un nudo en la garganta, hoy vengo a despedir al amigo, con el que compartí muchas tardes de fútbol, noches de agradables tertulias y mañanas recias de trabajo.
Rolando Serrano no es sólo el futbolista nortesantandereano que nos representó en un Mundial de fútbol, ni el deportista íntegro que se entregaba por completo al color de su divisa, ni el hombre de larga trayectoria en diversos escenarios futbolísticos. Rolando era eso y mucho más.
Pero yo vengo a despedir a quien hizo de la amistad un compromiso sagrado, a quien no dudaba en ofrecer la mano y el corazón y su risa ancha, para que todos quienes estábamos a su alrededor lo disfrutáramos.
Rolando Serrano no hacía diferencias en el momento de brindar su amistad desinteresada. Estaba por encima del bien y del mal, y sus acciones y su palabra tenían el sello indeleble de la amistad en el sentido más sublime de la palabra.
Su manera de hablar, su desparpajo, sus historias, sus anécdotas eran un motivo para acercarnos a él como quien se acerca a una fuente a calmar su sed de vida.
Hoy no está con nosotros físicamente, pero desde el cielo nos estará acompañando. Allá en el otro mundo estará riéndose a carcajadas de nosotros, los que aún quedamos en este valle de lágrimas, sus amigos, sus familiares, sus hinchas.
Rolando, nos queda tu ejemplo de hombre batallador de principio a fin. Nos quedan tu vida y tus pasos y tus enseñanzas. No te has ido, Rolando. Aquí sigues con nosotros, vivo en el recuerdo y palpitante en nuestros corazones.
Si me ves triste, si nos ves triste, es por ese sentimiento de vacío que ahora nos queda. Pero nos limpiaremos los ojos para seguir disfrutando contigo de las tardes maravillosas que tanto nos alegrabas.
Te nos adelantaste un poco en el camino hacia la eternidad pero tu ejemplo sigue con nosotros. Sigues vivo, Rolando, en nuestros corazones.
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