Hallazgos de ganchos, tierra, cortauñas, y otros implementos que se usan en sitios que practican abortos clandestinos, han sido encontrados en las vaginas de niñas y mujeres, en su mayoría venezolanas, que desconocen el daño que causan a sus cuerpos, y que en Colombia hay oportunidad de interrumpir voluntariamente el embarazo.
Según Alejandra Vera, coordinadora departamental de la Red de mujeres víctimas y profesionales, estos casos han sido identificados en las entidades de salud, que suman un aumento de estas interrupciones de un 15 por ciento, en Cúcuta.
Vera recordó que las mujeres tienen derechos reproductivos, y señaló que “si la mujer está afectada psicológicamente o tiene un problema de salud mental, puede acceder a la interrupción voluntaria”.
Para los casos de niñas, entre 10 y 14 años, dijo que el procedimiento no requiere consentimiento de los padres, pues son evidentes violaciones, así como las mujeres adultas tampoco deben pedir permiso a sus parejas.
“Esto no es un asunto de moral, y tampoco se está invitando a abortar”, dijo.
Por ello pidió al gobierno local dar a conocer mecanismos de prevención, autocuidado, anticonceptivos, entre otros, y aseguró que la Red garantiza los derechos femeninos e indica la ruta legal para la interrupción.