La incertidumbre reinante en estos tiempos de pandemia, abrumaba al lateral izquierdo Felipe Aguirre, un cucuteño de 19 años que desde muy chico conservaba la ilusión de ser un futbolista profesional. ¿La razón? En su último año como jugador Sub-20 veía truncada la posibilidad de mostrarse en el Torneo Nacional de la Difutbol, el cual fue suspendido.
Invadido por el miedo no poder demostrar su talento y capacidades adquiridas en la más de una década que lleva entrenando, Aguirre veía cada vez más lejos una oportunidad de darte el salto al profesionalismo.
Pero a inicio de la semana que pasó, Felipe recibió una llamada que le haría despejar todas sus dudas y quizás, las malas pasadas que la mente hace en momentos de crisis.
Jorge Artigas, director técnico del Cúcuta Deportivo, fue quien llamó para informarle que iba a ser ascendido al plantel profesional.
“Estaba en mi casa con mi familia cuando recibí la llamada del profesor Artigas. Me informó que me iba a ascender y de verdad no creía lo que estaba sucediendo. Me preguntó como venía trabajando y me puso en contacto con Iganacio Rama, el preparador físico para poner a punto con la plantilla profesional”, narró Aguirre quien confesó que fue una noticia que llenó de felicidad a su familia pues siempre había creído que este momento llegaría.
Sus inicios
Y es que su introducción en el mundo del fútbol inicio desde muy chico. Jugando en las canchas y calles del barrio Prados Norte, Felipe empezó a tener sus primeros contactos con la pelota. Pero buscando mejorar las habilidades de su hijo, Jhon Aguirre y Zulay Sánchez, sus padres, decidieron inscribirlo en la escuela formativa de Niza en el año 2008.
“Pensar en el equipo de Niza, es traer a mis recuerdos una etapa muy feliz de mi vida. Llegué a una es-cuela de formación en la que empecé a entrenarme y a competir. Hacia lo que me gustaba sin importar que la cancha no estuviera en óptimas condiciones. Siento que me daba una alegría de niño”, confesó Aguirre quien luego de unos años pasaría a otros dos equipos de la ciudad.
Tras su paso por Niza, el joven cucuteño iría a jugar con Titanes, un pequeño club de la urbanización Prados del Este en el que estuvo dos años antes de ir a Talento Motilón, equipo que le abrió las puertas para llegar a la Selección Norte.
“En mis inicios mis padres me acompañaban a todos los partidos. Siempre conté con el apoyo de ellos y muy rara vez se perdían un encuentro en el que yo jugara”, contó Aguirre.
En Talento Motilón, pudo llegar por primera vez a la Selección Norte en el 2016.
“En la escuelas formativas, siempre es un anhelo llegar a la selec-ción del departamento. En ella estuve dos años y me abrió oportunidades fuera de la ciudad”, afirmó el lateral.
Un año en Pereira
En su paso por Norte, disputó un Torneo Nacional Sub-17 en Pereira en el 2017, en el cual tuvo buenas actuaciones atrayendo al entrenador argentino José Mario Are, quien lo llevo a pruebas al Deportivo Pereira, equipo en que trabajaba y pasó; pero a razón de que ya había iniciado el Torneo con Talento Motilón, tuvo que regresar a Cúcuta con la garantía de que en el 2018 iba de nuevo a la capital de Risaralda.
Para infortunio de Aguirre, cuando llegó en enero de 2018 a Pereira, Are ya no trabaja con el club y al presentarse con el entrenador nuevo, no gustó.
“Cuando se cerró lo del Pereira fui a jugar con La Cantera, un club de esa ciudad que jugaba Torneo Nacional Sub-20. Me dieron la oportunidad de jugar y aunque se lograron unos objetivos, al equipo no le fue también”, contó Aguirre.
Tras finalizar el 2018 en Perei-ra, el zurdo cucuteño recibió un llamado de Are, quien le comentó que en Unión de Santa Fe, equipo argentino, había una oportunidad para probarse.
Argentina, un nuevo destino
Gracias al esfuerzo de sus padres, Felipe pudo viajar en finales de enero del 2019 al país más futbolero del continente. Allí lo esperaba Are para llevarlo a Santa Fe, una pequeña ciudad argentina.
“Llegue y me integraron a la pensión del club. Allí vivía con un panameño, dos ecuatorianos y un colombiano, con el que me apoyaba en todo. La experiencia fue muy buena, de muchos aprendizajes y anécdotas.
Como primera medida, el club lo puso a prueba un mes. “Me aprobaron y me dieron la oportunidad de quedarme por un año. Empecé a sacar mis documentos para poder integrar-me con el club y perdí bastante tiempo en eso pero todo resultó bien”.
A mediados de julio fue convocado para jugar con la cuarta división de su equipo. “Me di cuenta de que el fútbol allá es muy diferente. Manejan demasiado la presión, hay mucho choque, contacto y yo venía acostumbrado a algo diferente aunque en los entrenos me había ido bien”, dijo sobre su primer partido.
Luego, tuvo chance de partici-par en al menos seis encuentros más antes de regresar a Cúcuta en el mes de noviembre.
“Fue un año muy duro que me dejó muchas enseñanzas. En cuestión del fútbol me cambió la mentalidad para prepararme entrenarme. Hubo días difíciles en los que sentía que no era capaz de adaptarme pero en el club y mis papás siempre me ayudaron a creer en mi”, contó Aguirre quien regresó porque no veía posibilidades de jugar.
2020, un año rojinegro
Cargado de sueños, Felipe se presentó a principios de este año con el Cúcuta Deportivo.
“Me presenté y me fue bien. Mi trabajo le gustó al entrenador Edwin del Castillo quien me empezó a conocer y me tuvo en cuenta. Venía con las expectativas muy altas, pues sabía que al club le fue bien en los torneos nacionales en los años anteriores”, dijo Aguirre.
A causa del parón, el lateral solo disputó un partido contra el club Olímpicas en marzo. Duelo disputado en Villa del Rosario y en el que hizo presencia Artigas.
“En ese partido empecé jugando mal el primer tiempo pero el profe Edwin me llamó la atención y en el segundo tiempo mejoré e hice las cosas bien”, narró.
Y fue precisamente ese partido cuando Artigas se fijó en Aguirre. En días pasados en este medio, el uruguayo dijo que cuando lo vio con el cuerpo técnico en Villa del Rosario “nos dejó una buena impresión y su entrenador Erwin del Castillo nos habló muy bien”.
Con proyección al ataque
Al consultarle a del Castillo afir-mó que Aguirre “es un lateral izquierdo con buena proyección al ataque. Sabe resolver situaciones difíciles. Además tiene caracteristicas similares a las de Mauricio Duarte por la proyección. Creo que eso llamo la atención. Se despren-den mucho, toca por dentro y tiene un buen pie para tirar centros”.
Sobre cómo se define, el cucu-teño dijo que “voy mucho al ataque, creo que eso resaltan de mí. Salgo jugando y cuando ataco salen las cosas bien. Regreso con un orden táctico que es fundamental en mi posición, pues un jugador que no vuelve de manera adecuada afecta mucho al equipo”.
Aguirre cumplió su primer entrenamiento el pasado viernes, y por ahora espera el retorno del fútbol profesional para compartir posición con el nortesantandereano Winston Ramírez en el equipo del que es hincha.
Curiosamente, Felipe nació el 20 de diciembre del 2000, exactamen-te seis años antes del único título del rojinegro en Primera División.