La obesidad es una comorbilidad que puede mortal ante la COVID-19, pues, según, los primeros estudios sobre la pandemia de China, país en donde surgió el virus, mientras que en todos los pacientes en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) había una mortalidad del 50%, en los obesos la tasa era del 85%.
En Estados Unidos, la obesidad ocupa el segundo lugar en comorbilidades de pacientes con COVID-19 que requieren hospitalización. En Colombia, en un informe publicado a principios mayo, la obesidad está en el cuarto lugar en comorbilidades asociadas con la mortalidad.
En entrevista con La Opinión, el médico internista endocrinólogo Martín Vásquez, integrante de la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo y quien es parte de la campaña ‘La Verdad de su Peso’, indicó que cuando la emergencia sanitara comenzó se identificaron ciertos grupos de riesgo, principalmente las personas de edad avanzada, y comorbilidades, entre ellas las hipertensión y la diabetes, pero no se hablaba de la obesidad.
Vásquez recordó que cuando la situación se tornó crítica en Italia, los expertos comenzaron a ver que la mortalidad era más grande de la que se había visto en China y se dieron cuenta que la gran mayoría de los pacientes que se estaban complicando presentaban obesidad, lo que llamó la atención.
“Uno de los focos más preocupantes es el de Estados Unidos, en donde las autoridades vieron que los pacientes con obesidad, independiente de la edad que tuvieran, tenían mayor necesidad de ventilación mecánica y se morían más. El riesgo era triple, prácticamente; muchos de ellos no eran diabéticos ni hipertensos y eran jóvenes”.
El endocrinólogo reflexionó que con la epidemia de la gripe AH1N1, hace diez años, los obesos sufrieron más y fallecieron más; ahora esta situación se repite con el coronavirus. ¿Por qué sucede esto? El experto lo explicó.
“El paciente con obesidad tiene alteraciones del sistema inmune de varias índoles, una de ellas es que el tejido adiposo, que es el que guarda la grasa en nuestro organismo, se caracteriza por tener mucha inflamación y a mayor obesidad mayor inflamación. Esa inflamación no deja trabajar bien a las fibras de defensa”.
Señaló que la primera fase que en la que entra el organismo para defenderse de un virus es la depuración, es decir, que al tener contacto con él sea capaz de neutralizarlo. Pero, en el caso de los obesos, estos tienen una alteración en esa primera fase debido a que, por ejemplo tienen menos interferón, fundamental para responder ante el virus, lo que los hace más susceptibles.
El médico precisó que la segunda fase es encontrar una respuesta inmune apropiada para defenderse del virus y neutralizar sus efectos.
“En el paciente con obesidad, esa respuesta se da de una manera superexagerada, lo han llamado una tormenta de citoquinas, por lo que el organismo no solo intenta destruir el virus, sino que destruye los tejidos alrededor por la fuerte respuesta que está dando. Eso se ve en los pulmones, que se llenan de liquido y hay mayor daño, en el caso de los pacientes con COVID-19”.
Ventilación desfavorable
El médico internista Martín Vásquez resaltó que la zona ventilatoria corporal de paciente con obesidad es distinta y ante un virus respiratorio la mecánica ventiladora es desfavorable, porque su capacidad pulmonar es más reducida.
Además, en la mayoría de los casos, los obesos no solo tienen este percance de salud, sino también otras comorbilidades como hipertensión, diabetes, problemas de colesterol y cardíacos. “Y todos eso factores reunidos hacen que tengan una mayor tasa de complicado ante la COVID-19”.
El integrante de la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo recomendó la activad física en casa, la alimentación sana y no hacer de la cuarentena un espacio que empore la obesidad, para quienes ya la padecen. Recalcó que cualquier kilo que se rebaje, ayuda a mejorar el sistema inmune.