Tranquilidad y cautela
En un recorrido hecho por el sector de La Parada este lunes horas después de la reapertura, el ambiente era de completa normalidad. La movilidad por el puente se mantenía de manera fluida y sin congestionamiento.
El comercio del sector, tanto formal como informal, así como taxistas y mototaxisas de ambos lados, estaban nuevamente dispuestos para atender a las personas que necesitan desplazarse por la zona, aunque hay que decir que, al menos este lunes, se veían pocos.
“Hoy más bien ha habido poco movimiento por aquí desde Venezuela, es lógico, muchos deben estar asustados todavía. Imagínese, la gente esperaba una cosa y sucedió otra, así hasta yo no querría salir de mi casa”, dijo un conductor de taxi colombiano, que prefirió no identificarse.
Y es que de las cosas que nunca cambia en esa zona de Villa del Rosario es justamente esa: el temor a las mafias que operan en La Parada, por eso todo aquel que habla lo hace bajo absoluto sigilo, y con el “no me grabe y no me tome fotos” por delante.
Bajo esta misma dinámica, otro conductor recostado a su taxi esperaba que el movimiento mejorara por la tarde, “pues esto ha sido así toda la vida, nosotros dependemos en gran medida del venezolano, la economía aquí en Cúcuta la mueven ellos”.
Frente al hipotético escenario de un nuevo cierre indefinido, sobre todo luego de la propuesta del expresidente Uribe, este ciudadano afirmó que de cualquier manera “nosotros vamos a seguir trabajando. Cuando la frontera estaba cerrada, las trochas estaban abiertas, como sigue siendo hasta ahora. Uno siempre va a conseguir la manera de trabajar”.
Del lado de los transportistas venezolanos, los ‘por puesto’ anunciaban sus rutas: “saliendo para Rubio, San Cristóbal”, la expectativa de poder recuperarse de la pérdida del fin de semana.
Uno de ellos estimó la pérdida por el orden de los 500.000 pesos, pero “¿Qué podíamos hacer? Toca es salir de nuevo, sin lamentarse”, otro colega suyo se refirió a que durante el fin de semana se guardaron todos los carros, “para qué los íbamos a sacar si de Capacho no nos dejaban pasar”, dijo.
Sobre el ambiente en la capital tachirense señaló que “todo está tranquilo, lo que la gente quiere es trabajar y hacer plata, porque hay que sobrevivir”, afirmó el chofer del ‘por puesto’.
En cuanto al movimiento en las empresas de transporte nacional, dos de las consultadas reportaron de momento una normalidad en la demanda de pasajes por parte de ciudadanos venezolanos, por lo que hasta ahora no hay indicios de un éxodo masivo.
Aunque así como la frase que dice que mientras unos lloran, otros hacen pañuelos, y que aplica sobre todo en momentos de crisis, en el sector del transporte de pasajeros están los que esperan que llegue la nueva ola migratoria, “pues mientras unos sufren, nosotros facturamos”, dijo el encargado de una de las empresas que operan en La Parada.
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