

El arzobispo de Nueva Pamplona, Jorge Alberto Ossa Soto confirmó que todavía no está previsto abrir los templos católicos ni oficiar la eucaristía con la presencia de los fieles.
Las primeras medidas, acatando las disposiciones del gobierno nacional para prevenir el contagio con coronavirus, las tomó la Iglesia Católica al suspender las procesiones y demás actos concernientes a la Semana Santa. Después, al declararse el aislamiento obligatorio en el país, se cerraron los templos en los 18 municipios de la jurisdicción eclesiástica, como medidas preventivas para enfrentar la COVID-19.
“Nosotros hemos sido respetuosos y lo seguiremos siendo de las disposiciones del gobierno; tenemos que dar ejemplo y sabemos que la vida es un don superior por excelencia por lo tanto la debemos cuidar”, precisó el jerarca católico.
Monseñor Ossa Soto, sobre cuándo estarían dispuestos a abrir las parroquias para los oficios religiosos, indicó que están esperando de la autorización que pueda dar la Presidencia de la República. “Esperamos que no tarden mucho. En otros países que han vivido situaciones difíciles ya se están abriendo los templos, utilizando las debidas precauciones”, manifestó.
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En torno a la reflexión de lo que ha significado la situación generada por la pandemia, el Arzobispo sostuvo que la convivencia social le debe permitir al hombre vivir una vida basada en la fe y a punta de realidades superiores.
Sobre cómo se comunica con los sacerdotes, religiosas y demás files católicos dijo que, por teléfono, mensajes grabados, cartas y también en contacto directo por videoconferencias. En torno al uso de las tecnologías de las comunicaciones considera que es algo supletorio; pero que el ser humano necesita del encuentro o contacto directo, porque es lo que realmente lo hace ser persona.
“Nos hace mucha falta los fieles, porque la fe es comunitaria y se debe celebrar presencialmente”, afirmó. El Arzobispo espera que la pandemia pase lo más pronto posible para retomar sus actividades diarias.
Entre ellas el hacer presencia en las parroquias de la jurisdicción, tener contacto con los fieles católicos y visitar a los más necesitados.