Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Editorial
La degradación
Al cumplirse ocho días de guerra se advierte que al igual que sus enemigos que en aquella época cruzaron varios departamentos en camiones sin que nadie los viera, el grupo guerrillero movió combatientes desde Arauca.
Authored by
Image
La opinión
La Opinión
Jueves, 23 de Enero de 2025

Lo sucedido en el Catatumbo, que es de tal gravedad que obligó al Gobierno nacional a utilizar el artículo 213 de la Constitución Política de 1991 para la declaratoria del Estado de Conmoción Interior, quedará para la historia como uno de los peores pasajes de degradación de la historia.

Uno de los capítulos es la copia casi calcada por parte del Eln de la operación de ocupación ejecutada por los paramilitares del Bloque Catatumbo, cuando en 1999 llegaron a esa región de Norte de Santander.

Al cumplirse ocho días de la guerra se advierte que al igual que sus enemigos que en aquella época cruzaron varios departamentos en camiones sin que nadie los viera, el grupo guerrillero movió  combatientes desde Arauca y tampoco nadie se dio cuenta en el país.

¿Fallas de inteligencia militar? ¿Efectos negativos de unos ceses del fuego que permitieron fortalecer a los grupos armados y debilitar a las fuerzas del orden? ¿Uso del vecino territorio venezolano para esa operación?

Colombia requiere que  se desvele ese oscuro pasaje puesto que implica una grave situación de inseguridad, de fallas  y de posibles fracturas en las acciones de militares para el control territorial del país, facilitándose por cualquiera que sea el error o la debilidad, que las organizaciones ilegales se desplacen sin ningún problema por el país.

Ojalá el Gobierno nacional tome nota de lo ocurrido en esta  área del país, para que haga las correspondientes rectificaciones dentro de la política de ‘Paz Total’ si quiere reintentar rescatarla de las complicaciones en que se encuentra.
Pero, además, el presidente y los ministerios de Defensa y del 

Interior, entre otros, igualmente deben enderezar el rumbo en cuanto a la presencia del Estado en todo el territorio nacional y el ejercicio de la plena soberanía sobre las fronteras, porque ese abandono, desatención y olvido lo único que han terminado por provocar que agrupaciones armadas se aposenten para ejercer dominio territorial y de las economías ilegales como el narcotráfico.

Estos males son los que han llevado  a que la criminalidad en todas sus formas se haya extendido por el país y tenga fuerte presencia en diversas localidades, como por ejemplo Cúcuta, la zona fronteriza con Venezuela y otras áreas de Norte de Santander.

La otra inquietud que trasnocha a los colombianos es la forma tan fuerte y rápida en que el Eln de un momento a otro apareció con una fuerza inusitada, levantando también preguntas sobre quién o quienes, aparte de los ingresos del narcotráfico, lo están financiando.

Precisamente, en los últimos días ha llamado la atención dos frases del presidente Petro sobre el Eln, al señalarlo de “hacer tránsito hacia los caminos de Pablo Escobar al que escogieron como su guía permanente”.

La guerrilla del Eln -sobre la cual el presidente Petro había prometido que a los tres meses de mandato se acabaría como grupo subversivo- en estos momentos está absolutamente de espaldas a la reconciliación nacional y el camino que le espera es la ofensiva del Estado en su contra y la aplicación de la justicia y de la ley para que sus integrantes paguen por sus crímenes de guerra perpetrados tanto en esta ocasión como en el pasado.


Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion

Temas del Día