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Editorial
Datos ratifican que andamos mal
El 60 por ciento de los hechos criminales ocurridos en Norte de Santander, el año pasado, tuvieron como escenario el territorio cucuteño.
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La opinión
La Opinión
Jueves, 9 de Enero de 2025

No es percepción ni tampoco temor infundado lo que está pasando en Cúcuta en materia de violencia, sino pura y preocupante realidad como se describe  a partir de las estadísticas que maneja el Observatorio de Orden Público, Social y Político de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Departamento.

Es decir, los habitantes de la capital de Norte de Santander sí deben estar muy preocupados y andar con sumo cuidado, porque el año pasado la ciudad concentró el 60 por ciento de todos los crímenes sucedidos en esta región del país, según las cifras de ese reporte.

Y el sentimiento de inseguridad al momento de ir de compras, para hacer alguna diligencia o simplemente ir a disfrutar del parque quedó ratificado por el dato revelado en ese análisis, que puso en primer lugar a la ciudad en materia de hurtos a personas o atracos o  como cada cuál quiera llamar a ese delito ejecutado por quienes se lucran de robar las pertenencias y dinero de las personas.

¿Habrá alguna estrategia especial para contener este tipo de acciones de los delincuentes, tanto operativa como de aplicación de la debida justicia, al igual que desde el punto de vista preventivo?

Determinar una línea para combatir efectivamente esa modalidad delincuencial es requerida atacando todos los niveles,  entre ellos el de los reducidores o lugares en que compran objetos robados y enfocando también el accionar en contra del denominado fleteo y los asaltos en  el transporte urbano y lugares como negocios, entre otros.

Teniendo presente esa evaluación, en Cúcuta, Ocaña y Los Patios que es donde más hechos delictivos de esa naturaleza ocurren en el departamento, a las autoridades locales en coordinación con la Policía les corresponde lanzar una contundente acción para que en 2025 se le pueda  ofrecer una efectiva y eficiente protección a la ciudadanía frente a esta clase de  delincuentes.   

El otro aspecto alarmante que requiere toda la atención es el del homicidio, que de acuerdo con la estadística dada a conocer en 2024 de los 516 asesinatos sucedidos en Norte de Santander, el 53 por ciento se concentró en la capital departamental.

El análisis lógico es que esa oleada violenta tiene origen en la presencia de las bandas del crimen transnacional, la acción de la guerrilla del Eln, la disidencia de las Farc, el Ejército Gaitanista, el narcotráfico, el lavado de activos, el testaferrato y las demás economías ilegales que pululan en esta parte de la frontera. 

Si eso continúa desbordado será bien difícil dejar de aparecer entre las localidades más violentas del mundo con los impactos negativos que se generan tanto para la imagen de la capital nortesantandereana como en el campo de los negocios y las inversiones.

Lo importante es que ahora ese informe sirva de base para la toma de diversas decisiones en el frente de la  seguridad ciudadana en el área metropolitana, en 2025, con la meta de reducir las cifras, devolver la tranquilidad a las calles y enviarles como Estado un mensaje contundente a los grupos armados ilegales y a las organizaciones criminales de que no cederá un ápice del territorio cucuteña y de que defenderá la vida, honra y bienes de los habitantes de la región.


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