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Editorial
Cúcuta en la ruta de Saab
Lo que debe de llamar la atención de las autoridades es el hecho de que la capital nortesantandereana era o ¿seguirá siendo? (con testaferros) la ruta para las exportaciones ficticias y los famosos Clap de Venezuela.
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Jueves, 6 de Mayo de 2021

Quién lo creyera. Hasta en los casos en que se observan un accionar del crimen transnacional al más alto nivel aparece vinculado el nombre de Cúcuta, que en los últimos tiempos es muy conocida por la DEA, diversos tribunales estadounidenses y también por la justicia de países como España, a donde han ido a parar  los que en estas tierras han incurrido en delitos internacionales.

En el libro publicado por el periodista de investigación cucuteño, Gerardo Reyes Copelo, Alex Saab, la verdad sobre el empresario que se hizo multimillonario a la sombra de Nicolás Maduro, se exponen numerosos hechos relacionados con este empresario barranquillero.

Pero lo que debe de llamar la atención de las propias autoridades es el hecho de que la capital nortesantandereana era o ¿seguirá siendo? (con testaferros) la ruta para las exportaciones ficticias y los famosos Clap de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción en el vecino país.

Hay mucho que averiguar y confrontar porque todo eso ocurre en medio de la famosa fórmula que operó con la Comisión Nacional de Administración de Divisas (Cadivi) para la  asignación de dólares, que tanto favoreció a muchos en estas tierras fronterizas.

Pues bueno sería que la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales comprara el libro de Reyes Copelo y pusiera a varios de sus especialistas a confrontar lo allí determinado y proceder a las investigaciones a que diera lugar con el fin de romper la estructura que pudiera seguir montada para el manejo de las exportaciones ficticias, operación ilegal en la que desde tiempo atrás la ciudad ha tenido diversos y famosos episodios, como el de las zanahorias y el de la época de apertura de comercializadoras, por ejemplo.

O si ya hizo las indagaciones respectivas, sería bueno que revele los resultados y determine severas acciones que lleven a proteger los mismos dineros del país, tan escasos por estos días y como muestra de que la eficiencia y la eficacia sí operan, asunto que es igualmente trascendental en estos tiempos que corren.

“Y lo digo porque en varias de mis consultas de documentos y de entrevistas, constantemente aparecía el nombre de Cúcuta y de un personaje llamado Carlos Rolando Lizcano Manrique, un empresario de muy bajo perfil en Cúcuta que tenía registrados un par de negocios, una farmacia, y que se vuelve fundamental para la organización de Saab”, se lo dijo el periodista Reyes Copelo a La Opinión, siendo un asunto que no deben las autoridades especializadas dejar de pasar por alto.

Husmear ahí y llegar hasta lo más profundo de este episodio es igualmente trascendental levantar el velo de misterio de este gris empresario conectado con Saab, de acuerdo con lo expuesto por la publicación y ratificado por el periodista que entre sus galardones cuenta con un premio Pulitzer.

En la actualidad el nombre de Alex Saab es objeto de constantes informaciones luego de su captura en Cabo Verde, país africano que autorizó su extradición a Estados Unidos, pero la cual hasta el momento no se ha hecho efectiva.

Un funcionario del Gobierno estadounidense en 2019 que con los Clap, cuyas ayudas se entregan a los más pobres, el empresario colombiano y tres hijastros de Maduro se habrían lucrado con cientos de millones de dólares.

Washington también presentó cargos contra Saab y su mano derecha, Álvaro Enrique Pulido, a quienes acusa de blanquear hasta 350 millones de dólares supuestamente defraudados a través del sistema de control cambiario en Venezuela.

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