El representante especial conjunto para los refugiados venezolanos de ACNUR y la OIM, Eduardo Stein, pidió a la comunidad internacional, con carácter urgente, más recursos para atender a los millones de migrantes que huyen de la crisis en el país petrolero.
“Quisiéramos insistir en la necesidad urgente de recursos financieros adicionales en el marco de una solidaridad internacional que ha podido acompañar esta crisis humanitaria”, dijo Stein en una rueda de prensa en Bogotá en la que estuvo acompañado del canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo.
Según cifras de la ONU, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y otros organismos internacionales, el número de refugiados y migrantes de Venezuela en el mundo supera los tres millones y al menos 1,2 millones de ellos están en Colombia.
Stein, que es enviado especial para los refugiados venezolanos de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la OIM, aseguró que “la crisis de la migración no ha terminado y lejos de amainar se mantiene haciendo de esta una situación única en América Latina”.
Para subrayar la situación de la migración, Stein dijo que no ponerle fin a la situación sería “como asumir que en una hemorragia lateral severa se le van a suministrar al paciente transfusiones de sangre sin cauterizar la herida”.
Al justificar el pedido de más recursos de la comunidad internacional, recordó que Naciones Unidas solicitó el aporte de 738 millones de dólares este año para ayudar a los países suramericanos que acogen a los venezolanos.
Aseguró que esa cifra “podría parecer una gran cantidad” pero indicó que la magnitud de la tragedia generada por la salida masiva de venezolanos del país es “muy grande”.
“Hemos visto la solidaridad internacional, pero aún no alcanzan para la dimensión de esta crisis”, destacó el diplomático.
Por su parte, el canciller Trujillo reiteró que Colombia seguirá actuando de la misma manera, con sentido solidario, humanitario y sentimiento de gratitud histórica a Venezuela que en décadas pasadas recibió a millones de colombianos.
“Vamos a continuar pidiendo mayor movilización de recursos solidarios que deben destinarse a los migrantes venezolanos y también a los colombianos que regresan al país”, dijo.
En paralelo, el Grupo de Trabajo de Movilidad Humana Venezolana, integrado por el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), Oxfam, los jesuitas y otras organizaciones, presentó en Bogotá el plan de acción de la sociedad civil sobre personas provenientes de Venezuela que requieren protección nacional e internacional.
El plan se estructura en seis capítulos que contienen recomendaciones a los Estados, sociedad civil y medios de comunicación sobre las dinámicas de desplazamiento y las garantías de los derechos de la población migrante y propone soluciones duraderas.
Una de las principales recomendaciones del informe pasa por el reconocimiento y aplicación de la Declaración de Cartagena sobre los refugiados, así como la protección concreta de los grupos más vulnerables: mujeres, niños y población LGBTI.
En la presentación del informe, el jefe de la oficina asesora de planeación de Migración Colombia, Juan Camilo González Garzón, señaló que el principal reto del país respecto al éxodo venezolano pasa por la identificación de los migrantes para facilitar su acceso a los servicios.
“Es una migración que puede generar aspectos muy positivos, de integración cultural, gastronómica y económica a medio y largo plazo”, señaló.
González se refirió a la situación venezolana como la “segunda crisis migratoria del mundo tras los sirios en Turquía” y pidió no ver la migración “como un problema”.